Ahora sí que es triste el otoño
sin la salpicadura de tu risa
sin el ojo mágico y audaz
por donde sueles mirar la vida
sí / tenías razón
las puertas son para abrirse
y tú las abriste todas
las con premio y las sin premio
las de cada estación
una a una las abriste
hasta la última
y porque ya no sé
a quién pedir ni cómo
me encomiendo igual que tú
al alacrán azul
y me paro en el umbral
de tu última puerta a esperar
con redoble triste de corazón
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