Ni en el recuerdo desvanecido de la niñez
ni en la torpeza de la verde adolescencia
ni en la juventud más despierta y tierna
ni en esta adultez que sorprende mis días
recién ayer
recién tus ojos
y tus manos mariposas
recién tu boca y tu palabra
y el dulce aliento de tu amor
recién tu amor amor
liviano y puro
salido desde el centro del asombro
imprime a la legítima mujer
imagen roída que busqué
y que nunca antes
en otros ojos fui
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